Solemnidad de la Ascensión el señor

Hemos llegado al séptimo domingo de Pascua, día en que la Iglesia celebra la solemnidad de la Ascensión del Señor. Estamos casi por llegar a la cumbre de la Cincuentena pascual: el próximo domingo invocaremos de nuevo al Espíritu Santo en Pentecostés, y en este Año Jubilar de la Esperanza seguimos proclamando con gozo que Cristo vive y su victoria da sentido a la historia.
Hoy, además, conmemoramos la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, y esto no es una casualidad: comunicar el Evangelio pertenece al ADN de la Iglesia desde aquel primer anuncio que resonó "hasta los confines de la tierra". Los medios —desde la imprenta hasta las redes sociales— prolongan aquella voz apostólica.
Veamos nuestra realidad
La solemnidad de la Ascensión del Señor que hoy celebramos, ilumina nuestra vida cotidiana, especialmente en estos tiempos que vivimos, donde abundan tantas sombras de desorientación, confusión y tristeza.
La velocidad de la información, el impacto de las redes sociales, la polarización política y cultural, la manipulación de la verdad mediante las noticias falsas, nos colocan ante un panorama en el que muchas personas, en especial los jóvenes, experimentan un vacío existencial. En medio de esta saturación digital, lo esencial muchas veces se pierde. En esta cultura de la inmediatez, donde todo parece pasajero, la esperanza también puede debilitarse.
Ante este escenario, es fácil que el miedo se instale en el corazón. Miedo al futuro, miedo a la incertidumbre, miedo a no estar a la altura.
También se nos puede presentar la tentación del inmovilismo, de pensar que ya nada puede cambiar, que todo está perdido, que no tiene caso esforzarse.explicabo nemo enim ipsam voluptatem.